¿Se siente bloqueado de las bendiciones del Señor?
Perdonar a alguien puede ser difícil.
¿Por qué tenemos que perdonar a los demás?
H
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ubo un tiempo cuando me negué a
perdonar a causa de la herida que sufría. Al no perdonar el favor de Dios se secó.
De hecho, tuve un montón de problemas en la vida y nada parecía ir bien. Se
abrió la puerta para robarme la paz y la alegría.
En realidad, el perdón no es sólo
acerca de los demás. Se trata de nuestra propia obediencia y el crecimiento
espiritual. El amor y el perdón no se pueden separar. Si optamos por vivir el
amor de Dios como el propósito de nuestra vida, entonces perdonar es una opción
que no se puede evitar.
1 Juan 4:12 “Nadie ha visto jamás a
Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha
perfeccionado en nosotros.”
Lo que he aprendido es que debemos
perdonar rápidamente antes que el gallo se enfríe. ¿Qué quiero decir con esto? Teniendo
cuidado de la amargura y el dolor rápidamente antes de que las raíces de la
falta de perdón se apoderen de mi corazón.
Debido a que me negué a perdonar por
una temporada, se hizo más difícil de dejar ir. Tuve un bastión de amargura con
una gran cantidad de tormento mental. Me despertaba en medio de los
sentimientos de lucha noche de dolor y enojo.
¿Te has sentido alguna vez separado de
Dios? Ejemplo: Me gustaría orar y sentía mis oraciones rebotando en la pared.
Me sentía desconectada.
La amargura lo separará a usted.
Mateo 22: 36-40
36 Maestro,
¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Éste
es el primero y gran mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos dependen toda la
ley y los profetas.
Se nos manda a amar a Dios, los demás
y a uno mismo.
Cuando una persona ha sido herida por
otro, a veces es difícil perdonar. Se necesita pulsar en y perdonar sin
importar cómo te sientes. Lo que he aprendido a hacer es separar a la persona de
su pecado. El pecado es un ser y tiene una voz. Pablo dijo, a 20 años de su
ministerio en Romanos 7:17 “17 De manera que ya no soy yo
quien obra aquello, sino el pecado que mora en mí. 18 Porque yo sé que en
mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien lo tengo a
mi alcance, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino
el mal que no quiero, eso es lo que pongo por obra. 20 Y si lo que no
quiero, eso es lo que hago, ya no lo obro yo, sino el pecado que mora en mí. 21 Encuentro,
pues, esta ley: Que, queriendo yo hacer el bien, el mal está presente en mí.”
¿Cómo puedo lidiar con el daño y el
dolor? Tengo que entregar a la persona al Señor. Pido al Señor que lidie con
ellos y luego yo les perdono por el pecado que tiene una bodega de ellos para
hacerme daño.
Lo más difícil creo que en todas las
Escrituras es Mateo 5:44 “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a
los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os
ultrajan y os persiguen;”
¡Eso no es fácil! Así, cada vez que
tengo la memoria de lo que ellos hicieron, yo eligió perdonarlos y bendecirlos.
Me niego a volver a tocar de nuevo esa memoria de otro modo, cuando lo hago me
sale un bastión del pensamiento.
Una vez más, cuando me negué a
perdonar hace muchos años, se hizo muy difícil perdonar. Sentí que el mundo de
los demonios me atormentaba sin ningún fin. Podía oírlos, a causa de mi dolor
profundo, diciéndome que acabara con ello. Me quedé atrapado por la falta de
perdón.
¿Cómo obtener libertad? Un muy buen
amigo, una mujer piadosa, vio mi lucha y me invitó e hizo la liberación en mí.
Entonces, yo fui capaz de perdonar a esa persona que me hirió profundamente.
Después de que las maldiciones salieron de mi camino y las bendiciones
regresaron.
[Nota del editor: En efecto,
cuando perdonamos no solo nos hacemos un bien a nosotros mismos pero, porque Dios es perdonador, al perdonar actuamos igual que Dios, identificándonos con él o, visto de otro ángulo, permitimos que mediante nuestro perdón la persona que nos hizo mal siga alcanzando gracia y misericordia de Dios: nuestro perdón es una puerta para quienes nos hicieron daño, para aún tener la oportunidad de entrar y entablar tratos con el Dios compasivo.]
Traducido
del español del tratado en inglés Are
Curses Getting In Your Way of Blessings!, de la Web http://us4.campaign-archive2.com/?u=2a86e31ff6b461e910dc3a06f&id=d2457eafaa&e=ea515ccd53