sábado, 22 de agosto de 2020

Disculpe profesor...

Disculpe profesor...
(Dedicatoria al profesor, Sr. Filomeno Macedo Ordóñez)

Escribe: Américo García Maldonado

“El día 26 de agosto cumpliría años el profesor Macedo -me dice Luís Alberto Lingán-, tienes que escribir algo al respecto”. La idea dio vueltas en mi cabeza. Recordé que mi agradecimiento al profe había quedado en el tintero. Sin dudar, tomé la computadora, puse las manos en el teclado y dí rienda suelta a mis recuerdos.

Para usted profesor, Filomeno Macedo:

Filomeno Macedo Ordoñez

Con orden, disciplina y trabajo le dio identidad al equipo
para tocar las puertas del éxito.
Plaza de Armas de Huaráz, en el periplo de una semana
que organizó el profe para visitar el Callejón de Huaylas
en las vacaciones del 2do. Trimestre.
Siempre lo quise decir. El tiempo pasó, usted se nos fue y, por equis motivos, no pudo ser. Disculpe profe. Sé que no va a leer estas palabras, pero no importa. Quiero decirle que usted nos regaló la mayor alegría deportiva que nuestro colegio guarda en la memoria. Los torneos Interescolares de los años 69 y 70.

“Ustedes solo piensan en fútbol, hay que hacer atletismo, barras, básquet, planchas...” era su muletilla. “A ver grandazo hazte quince planchas o te jalo de año”, me solía decir en las clases de Educación Física en el Coliseo Cerrado o en la pista de atletismo en Barranco donde corríamos 100, 200 y 400 metros planos. Hasta que un día agarró la dirección técnica de la selección del colegio, y cambió de opinión con respecto al fútbol. Se enamoró del cargo y, de ahí en más, empezó su gran labor.

Tuvo pupila y buena mano para elegir y conducir a un grupo de buenos jugadores. Formando un equipo respetable, admirado y envidiado por Grandes Unidades escolares que nos superaban en infraestructura e historia futbolística. No había para implementos deportivos, se hicieron hasta rifas para conseguirlo y se buscaba donde entrenar, pero jamás nos achicamos; por el contrario, superamos la adversidad. Con esfuerzo, calidad y entrega total, estuvimos a la altura de los mejores equipos. Memorables partidos de fútbol de nuestra selección nos llevó a instancias finales de la competencia. En los entrenamientos, usted permitió bromas en su momento y puso mano firme para frenar algún exceso. Navegó desde barras, planchas y abdominales hasta el pizarrón con planteos tácticos. Sufrió como nadie en la derrota y gozó complacido en la victoria. Casi se arranca los pelos de bronca por la expulsión de “Coco” Rojas ante el Señor de los Milagros en cancha del Hipólito Unanue.

No le fue esquivó a los apodos y a la hora de dar órdenes, los gestos acompañaban sus palabras: ¡Bien ahí Gallinazo...! ¡Salga al cruce Loro...! ¡Lindo mi Manco...! La inyección psicológica indicaba cercanía con el jugador, motivo suficiente para darle confianza en sí mismo.

Usted fue el artífice de fundirnos en un abrazo de locura entre profesores y alumnos en el cemento de la tribuna. Veo su rostro complacido ante el vuelo de Villanueva en la línea para evitar el gol. Al chato le brindaban seguridad, “El Mono” Porras, Elías y Gonzáles, una defensa que ante el peligro “cepillaba” sin miramientos. Un medio de mucho toque, Rojas, Lobatón, Navarro, León. Adelante había espectáculo y goles, Espinoza, Robles, Salazar, Gastúlo, Machado... Estuvimos cerca del título, profe, muy cerca. No se dio, pero se hizo demasiado. Ese equipo también llevó su calidad a Ayacucho, Huaráz y Tarma para enfrentar a colegios lugareños. En Huaráz, el profe Postigo reforzó al equipo, demostrando ser un gran jugador.

Gracias profesor Macedo por convocarme a la selección coronadina, usted y yo sabemos por qué no llegué a jugar. Más allá de la escuela seguimos la buena relación junto a Fernando Carrillo, Alberto Lingán, Héctor Sarria y muchos ex alumnos. También los profesores Adolfo Postigo, Carlos Zarria entre otros. Compartimos espumantes vasos y noches interminables. Charlas de política y filosofía. Pasando por Mao y Confucio, Haya y Belaúnde. Me dijo que por su inclinación política se había distanciado de algunos colegas.

Unos tragos de chicha de jora para bajar la jalea en alguna carpa del trébol de la Av. Zarumilla. Unas cervezas en un bar del Jr. Huancavelica o en la casa de Luis Alberto Lingán, Jr. Tayacaja. No me olvido de sus originales frases “Sé pelear” (flexionando el brazo con el puño cerrado) “Chicuelo” “Con todo respeto”. Y la mención recurrente a su “Flaca”, infaltable en su coloquial lenguaje.

¿Se acuerda profe cuando fuimos con Héctor Sarria a su estudio de abogados a la vuelta del Ministerio de Educación? Salimos a brindar. Dos cajas después lo acompañamos a tomar su movilidad para que viaje a Chiclayo. Los tres bien “sazonados” nos embarcamos. Despertamos en Trujillo. Su sorpresa fue grande al vernos a su lado “¿Y ustedes, que hacen acá?” nos preguntó. Ya era tarde para bajar y seguimos hasta Chiclayo. Al llegar al destino viajamos en taxi hasta Monsefú conducido por Enrique Castrillón, jugador del Juan Aurich, que se ganaba unos mangos en sus horas libres para llenar la olla según nos contó. Luego se reunió con otras personas y decidieron viajar a Piura. “Ahora sí, muchachos -nos dijo- tienen que regresar a Lima”. Obedientes como en el aula, emprendimos el retorno previo almuerzo y paseo por la ciudad.

Cierto día, Sarria y yo lo invitamos a “La Gruta”, una cantina de medio pelo, al lado del cine Alfa, cuadra 2 de Rufino Torrico. Una radiola surtida de tangos, boleros, guarachas y aserrín. Unas heladas, unas monedas y el acetato giraba al compás del bandoneón “Adiós muchachos, compañeros de mi vida, barra querida de aquellos tiempos...” en la voz del inconfundible Carlos Gardel como fondo de la conversación. Su rostro sereno le dio permiso a una lágrima ¡Que recuerdos profe...!

Gracias por sus enseñanzas de vida. Por ser un hombre frontal, sin pelos en la lengua y convencido de sus ideas políticas. De usted tomé, para siempre la frase “Con todo respeto”. Por eso y muchas cosas más querido profe, donde quiera que esté vaya un abrazo fraterno de su alumno que no lo olvida. Disculpe por tardar tantos años en decirlo...disculpe.

Plantel casi completo del seleccionado coronadino.
Campeonato Interescolar 1969,
Estadio Municipal de Surquillo.

Inaguración del Campeonato Interescolar de Fútbol 1970.
Estadio Nacional de Lima

lunes, 17 de agosto de 2020

El Hijo de Monserrat


El Hijo de Monserrat
Por: Adolfo Postigo Choque

Belleza de cantar
¿Qué puede ser más bello acaso:
Tus extremidades estirar
dentro o fuera de tu barrio,
no tocar profunda la pared en tu sudor,
mientras intentas un abrazo braseriano
ante la atenta mirada familiar.
¡Qué importa el Corral de Comedias!
si estoy vivo carajo!

Eso no dices tú o yo, ¿está claro?
¡Eso dice el gallo al Cercado!
¡Eso dijo el hijo de Monserrat!
El macho acorralado de las mil gallinas

¿Cómo darle vuelta en Cárcamo?
¡Si aún las ponedoras nos dan huevos!
y la pandemia los covids del XXI!
¿Es una Coronadina locura? ¡No!

¡Juntad todas las caídas plumas
también al glorioso estiercol
que el huerto de abono necesita
y las Juana de Alarco ser sembradas!

"¡Hay que darle vuelta al gallo!"
¿Qué derecho nos asiste?

¿Lo sabe acaso, Nando el de Virú?
Ni el ajo y la cebolla lo aprueban
¿Por qué entonces alistar ya el embudo
y la flor para la sangre gelleriana,
mientras el hipertenso rocoto palidece,
¡Andina se hace su cresta y...
"hierba mala nunca muere"!

¡Eso dijo el gallo en 1ro. De Mayo!
¡Eso dijo, vamos, el hijo del Cercado!
El macho acorralado de las mil gallinas
¿Cómo darle vuelta tempranera
¡Si aún las ponedoras nos dan huevos
y la pandemia los covids del XXI?

¿Coronadino es el "sé pelear" con locura?
Pues entonces...
¡Juntad todas las caídas plumas,
también al glorioso estiércol,
que el huerto de abono necesita
y las Juana de Alarco, una flor!

¡Si hay belleza en el cantar,
qué importa el Corral de Comedias
si hay una Tacna que cruzar,
alguien que no deje Tayacaja,
y una "Blanca paloma" en el callejón!

El Álamo, julio del 2020

adopos


lunes, 10 de agosto de 2020

La abuelita de los niños

La abuelita de los niños
Por: Adolfo Postigo Choque

“¡Ahí va doña Juanita pura y solidaria!”
dicen quienes aplauden por el balcón
Apura el paso de limeña con fe diaria
pues en Los Naranjos tiene su corazón

Jamás a sus manos las tuvo engreídas
porque para sus niños tiempo no le faltaba
Sabía que gotas de leche no conseguidas
en cada dama limeña la solución estaba

No ceja por el desvalido y enfermo  niño
mirando en su firme carácter un hospital
Saca del sueño- la realidad se hace total-
y un nosocomio se funda al ponerle cariño

A punta de bastón y tacos, manto y saya
vibran Tayacaja y  Monserrat  del barrio
Es La Escuela Maternal que no desmaya
pues la funda ella en ese histórico villorrio

Ahora juanalarquinas entonen su himno
que es enseña de vuestro querido plantel
Canten a todo pulmón el valioso camino
que hizo cual guerrera su andar sin cuartel.

adopos,15 de junio del 2020

Poema dedicado a Juana Alarco de Dammert, saludando al colegio que lleva su nombre en su 75° Aniversario.