viernes, 15 de mayo de 2020

La ciencia hace dos décadas que nos avisa del peligro de pandemia

Periodista: Ima Sanchis

El siguiente artículo, fue publicado por la periodista Ima Sanchis, del diario La Vanguardia, con fecha 15 de mayo de 2020



L
a OMS lleva 21 años enviando un informe anual a los jefes de Estado de todo el mundo avisándoles del peligro de una pandemia.

¿El coronavirus era una catástrofe anunciada?

Sí, podía haberse evitado. Y la vimos llegar, pero la mayoría de países reaccionamos tarde y lento. No hemos reconocido la aplastante evidencia científica. Sólo unos pocos lo hicieron, y fueron países dirigidos por mujeres.

¿Y eso tiene algo que ver?

Yo creo en la ciencia y no en la coincidencia. No es coincidencia que sean diez países gobernados por mujeres los que mejor y más rápido han actuado y han sabido comunicar a su población confianza y seguridad. Hay una lección y una esperanza en todo eso.

¿Qué lección?

Necesitamos más mujeres en posiciones de gobierno y espero que después de esto se pre­senten muchas más a las elecciones en todo el mundo.

¿Cuándo se convirtió en activista contra el cambio climático?

Cuando me involucré en el movimiento ciudadano de Al Gore en el 2006 para informar y movilizar a la sociedad para combatir el cambio climático. Comprendí la simbiosis necesaria entre política y medioambiente. El mundo necesita una movilización masiva de la sociedad.

Ha sido asesor de Obama, Bill Clinton, Hillary... ¿Por qué los líderes no hacen nada para detener el cambio climático?

La democracia, aún siendo el mejor de los sistemas, convierte al gobierno en cortoplacista, y hace que los políticos estén más preocupados por las próximas elecciones que por las próximas generaciones. Los políticos son predecibles, es la ciudadanía la que debe exigirles que hagan lo que deben.

Defiende que la economía verde debe ser el nuevo motor mundial, ¿lo será?

Tras el virus debemos reconstruir nuestras economías: ¿queremos reconstruir un sistema que no funciona o aprovechar esta oportunidad para fomentar el desarrollo económico generando empleo de una manera sostenible y equitativa?

¿Estamos preparados?

Alemania, Italia y Portugal han anunciado que van a impulsar su reconstrucción apostando por el green deal . El BNP Paribas, BBVA, Banco Santander, la Unión de Crédito Inmobiliario... han anunciado emisiones de bonos verdes.

Eso no cambiará la economía mundial.

El BlackRock, que gestiona más de siete trillones de dólares, anunció que iba a desinvertir de todos sus proyectos y activos que no tuvieran un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, y le han seguido los diez fondos más grandes del mundo. La tendencia ya estaba, el coronavirus va a acelerar el proceso.

¿Ve usted esa demanda en la sociedad?

La sociedad no sólo quiere que se invierta más en la sanidad pública, también reivindica calidad de vida, espacios verdes y calidad del aire. Y todo eso tiene que ver con el cambio climático.

Las cifras son aterradoras.

Según el último informe del Banco Mundial, este año el cambio climático provocará seis o siete millones de muertes prematuras y llegaremos a entre 17 y 19 millones de refugiados climáticos; y en el 2030 tendremos 100 millones de personas en la extrema pobreza. La realidad ha superado las predicciones.

¿Se comunican mal los científicos?

Hizo falta un comunicador como Al Gore para poner el tema sobre la mesa. Una verdad incómoda (2007) fue el documental más visto de la historia, le valió un Oscar y el premio Nobel. Nos hacen falta miles de Gretas y de Al Gores.

Tiene usted fe en la sociedad civil.

El 92% de los consumidores del mundo, cuando les das a elegir entre productos o servicios en igualdad de condiciones y precios, eligen productos responsables con el medio ambiente, ahora faltan políticas públicas valientes.

La crisis del 2008 no cambió nada.

Porque se hizo mal, se dieron miles de millones a ciertos sectores sin condiciones. Vamos a tener que rescatar de nuevo sectores estratégicos de la industria como el turismo, las aerolíneas o la construcción, exigámosles a cambio requisitos de sostenibilidad porque el origen de la pandemia está en el cambio climático.

Eso dicen los estudios científicos.

Las pandemias surgidas en los últimos diez años se deben a la pérdida de hábitat de los animales salvajes y de la biodiversidad, y hay una correlación directa entre la calidad del aire y la mortalidad del virus. Esto no ha ocurrido de manera fortuita, lo hemos hecho nosotros.

El voto no atiende a razones.

Trump es un negacionista ambiental, pero gobernadores de 23 estados han dicho que van a cumplir con el acuerdo de París, uno de ellos es California, la sexta economía del planeta.

Se nos incita a consumir y consumir.

El problema no está en el consumo sino en el consumo irresponsable. Imagine que el consumo energético sigue aumentando pero proviene al cien por cien de energías renovables.

Es usted optimista.

Mi esperanza es la sociedad civil. La política es la única manera de cambiar el mundo. Debemos exigir a los políticos que actúen tomando en consideración la ciencia y la conciencia.



jueves, 14 de mayo de 2020

¿POR QUÉ NOS BESAMOS?

TEMA DE MUCHO INTERÉS PARA LAS PERSONAS ROMÁNTICAS DE CUALQUIER EDAD Y GÉNERO

“Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción”.
Joaquín Sabina

L
a piel de los labios es la más fina y sensible del cuerpo. Esto implica que en ellos tenemos la mayor densidad de receptores de tacto por milímetro cuadrado de todo nuestro ser. Estos le envían señales eléctricas a las neuronas de las vías sensoriales que transmiten dichos estímulos a las áreas relacionadas con la sexualidad del sistema nervioso central.

Por su parte, la lengua es un músculo hipersensible que combina el gusto y el tacto. Besar requiere de la contracción de 34 músculos faciales. Al igual que en el coito, en el beso se fusionan los cinco sentidos: tocar y ser tocado; oler el aliento del otro; escuchar la gama de sonidos generados por la intensidad del beso; la mirada en la cercanía casi absoluta del otro y, por supuesto, el gusto.

Un largo beso posibilita “probar” el sabor de la otra persona, intercambiando en promedio 80 millones de bacterias ―¡curioso dato!―. De este modo se puede revelar información clave acerca de su salud o fertilidad a partir de nuestras lenguas, cubiertas con 10.000 papilas gustativas. Indudablemente, besar a alguien con mal aliento cambiará nuestra percepción sobre ese individuo.

La información activada por un beso es transmitida a la corteza cerebral por millones de neuronas y ésta responde produciendo neuroquímicos que nos influyen a tomar nuestra próxima decisión.

A partir de un beso dos personas pueden transportarse hacia una especie de viaje desencadenado por la estimulación de la vía del placer localizada en el área mesolímbica. Esta sensación está relacionada con un neurotransmisor denominado dopamina, asociado con las sensaciones de placer y con el amor romántico de comienzo reciente.

Asimismo, besarnos genera el aumento de la oxitocina, neurotransmisor que produce una conexión y apego especial entre dos personas.

Durante un beso apasionado se libera adrenalina, haciendo que se dilaten nuestras arteriolas y, al aumentar su diámetro, nuestro cerebro recibe más sangre y por consiguiente más oxígeno. De esta manera, nuestras mejillas enrojecen, la respiración se vuelve irregular, nuestra frecuencia cardiaca aumenta y las pupilas se dilatan (lo cual puede ser una de las razones por la que tantos de nosotros cerramos los ojos durante un beso ya que la dilatación pupilar produce el ingreso de mucha luz en nuestra retina generando una visión borrosa).

Un mal beso, en el cual no nos sentimos cómodos con el aroma de la otra persona, por el contrario, puede augurar un caos neuroquímico en el cerebro, aumentado el cortisol, la hormona de la respuesta de estrés. Por lo que el beso tiene el poder de desalentar a ambos miembros de la pareja a continuar su relación.

Un trabajo de la Universidad de Albany, EE.UU., realizado con 1041 estudiantes, encontró que un 59% de los hombres y un 66% de las mujeres finalizaron una relación incipiente por un beso que no anduvo bien.

Por esta razón, besarnos es una de las formas por excelencia que tenemos los seres humanos para conocer a la otra persona, siendo este vital para influir sobre nuestra percepción. Un buen beso puede ser la confirmación de que esa persona es alguien que realmente nos atrae o, por el contrario, un indicio de que no es nuestro príncipe o princesa azul.