lunes, 31 de agosto de 2015

¡Feliz 51 Aniversario! I.E. N° 105 Pedro Coronado Arrascue

A portas del desarrollo de las actividades por el 51 Aniversario de la fundación de nuestro colegio, durante la primera quincena de setiembre, hasta inclusive el viernes 18 en que confiamos será el Día Central, queremos dedicar unas pocas letras en homenaje de tan importante día para nuestro colegio que, como una institución dedicada a la educación en nuestro país, viene forjando niños y niñas, jóvenes y señoritas Coronadinos, para acceder a una universidad o instituto de educación técnica superior, con miras a ser los profesionales que el país necesita para una economía con visión de futuro. Por lo general, probablemente deberíamos enfocarnos en el hecho de que, realmente, todo colegio o institución educativa está constituido con el objetivo de la producción y, más, en un país como el nuestro que se caracteriza mayormente por ser exportador de materias primas y no así industrial, que convierta esas materias primas en los artículos que hoy son parte hasta inherente de nuestros pueblos; pero, en esta ocasión, aun asintiendo no ser peritos para hacerlo, intentaremos abordar el aspecto síquico emocional –aunque soslayadamente- de nuestros niños y jovencitos en el colegio, acaso porque es un tema ya harto difundido a través de los medios de comunicación y que, como es natural que sea, merece despertar en nosotros, los adultos o sus “hermanos mayores”, la polémica para abordar temas que involucran a nuestros niños y jóvenes de hoy y, en particular, de nuestro colegio, I.E. N° 105 “Pedro Coronado Arrascue”.

En principio, quisiéramos copiar la reseña histórica del colegio que consta en el Acta de Fundación de nuestra asociación, misma que se consagró en la asamblea del 28 de noviembre del 2009:

“En 1964, la ciudad de Lima había se expandido, de manera que los centros educativos de nivel secundario existentes en la época no eran suficientes, y solamente existían las llamadas Grandes Unidades Escolares, y algunos otros colegios. Es así que, en el centro de Lima y sus alrededores inmediatos, se carecía de instituciones educativas para la formación de los jóvenes a nivel de educación secundaria. Por esta razón, para satisfacer dicha necesidad, el 04 de abril de 1964, por Resolución Suprema N° 294-2004, se creó en el Cercado de Lima, el Colegio Nacional de Educación Secundaria Común de Varones. Es así que nace, formalmente, nuestro plantel para servir a los alumnos que no habían alcanzado un cupo en las Grandes Unidades Escolares. Por ello fueron admitidos en el Colegio del Cercado de Lima, haciendo presente que nuestro colegio NUNCA fue un anexo de ningún colegio porque nació como una institución educativa con nombre propio y totalmente independiente desde su inicio. Y, mediante Resolución Ministerial N° 3077-2004, de fecha 17 de junio de 1964, se designa que el Colegio Nacional de Educación Secundaria Común del Cercado de Lima, lleve el
Dr. Pedro Coronado Arrascue
nombre del ilustre “Pedro Coronado Arrascue”.”

LOS PRIMEROS DIRECTORES
DR. JOSÉ SANCHÉZ DUÁREZ
DR. VÍCTOR RONDINEL RUÍZ
DR. JUAN BAUTISTA SCARSI VALDIVIA


PRIMEROS PROFESORES Y PERSONAL ADMINISTRATIVO
Marquina Pisconte Felipe
Loayza Rivera Ernesto
Huyhua Ramírez Rufino
Postigo Choque Adolfo
Hernani Navarro Alfonso
Sánchez Quintanilla Fortunato
Vera Céspedes Jorge
Tejada Díaz Raúl Idelso
Arista Ríos Weider
Tafur Portilla Raúl
Cabello Yong Oscar
Rengifo González Gil
Filomeno Macedo Ordoñez
Zarria Reátegui Carlos Segundo
Zarria Reátegui Jeso Napoleón
Barrios Llerena Alfonso Hipólito
Torres Véliz Lizandro Ernestino
Sánchez Cobos Esteban
Bendezú Berrocal Hernán
Herrera Guerra Néstor Manuel

Para todos es notorio que, en nuestras escuelas nacionales, e inclusive particulares o privadas, se han venido dando casos de bullying (palabra de origen inglés que significa acoso) y, para que tales actos reprobables existan, inevitablemente surge la pregunta del porqué hay tales actos entre aún niños y adolescentes, cuando también los hay entre ya jovencitos. Ahora, cierto es que el presupuesto que el Estado designa para el sector educación es uno de los más modestos de la región (3.5% del PBI) y que, por lo tanto, difícil es que –con ello- nuestros colegios puedan cumplir a cabalidad toda una política de trato tal de preferencial con el niño, adolescente y joven que, de esta manera, se les pueda asegurar todo un crecimiento, juntamente con el aprendizaje intelectual de las materias que se les imparten en clases, ellos puedan emerger síquica y emocionalmente fuertes para el logro de las metas para lo cual son formados para los estudios superiores, u otra eventualidad paralela en que ellos se vean realmente prósperos en un mundo cada vez más competitivo y exigente. Es grato saber que, en muchas escuelas, ya existe un Departamento de Sicología que elabora todo un programa para llegar, sino a todos los alumnos, por lo menos a aquellos que evidencian la necesidad de ser tratados conductualmente. Recientemente, en un programa de televisión se cuenta de una jovencita, de aproximados 18 a 20 años de edad quién, a su paso por una granja, tenía pavor o fobia de verse entre las aves de esta granja. Al preguntársele la razón por la cual ella presentaba esta fobia, ella respondió que no se lo explicaba pero que, muy probablemente, resultó de una dura experiencia emocional que tuvo cuando ella era aún muy niña, cuando –prácticamente- intentaron asustarla con un ave de corral, lo que quedó fuertemente gravado en su subconsciente para, ahora, inconscientemente manifestar un temor irresistible a aves evidentemente inofensivas. De esta experiencia sacamos una lección que, lo que afecte a nuestros niños, y aún adolescentes de hoy, eso va a repercutir en el comportamiento o desarrollo emocional y, muy probablemente afectivo, de ellos cuando lleguen a mayor edad.

“Cuando terminé la secundaria”, reveló un ex alumno, “yo me sentí desconcertado, temiendo mi futuro porque, para mí, era incierto, inimaginable, imprevisto; yo no tenía proyecto de futuro, y ni aún sabía qué iba a estudiar para ser profesional”. Sin embargo, él no fue un mal alumno o estudiante y, aunque no tuvo notas excelentes, por lo menos fue un alumno –digámoslo- promedio. Preguntándosele el porqué de este estado en su vida, él nos compartió que, a lo largo de toda la secundaria, él vivió inseguro y que, en su inseguridad, no tuvo la sobriedad suficiente para planificar su futuro, para proyectarse. Hoy nos agrada saber que hay programas de orientación vocacional y que, tras un test o prueba, seguramente el alumno (en particular, aquellos que cursan el 4° y 5° de secundaria) es orientado a tal o cual carrera profesional; pero, si el joven es inestable, justamente por el estado de inseguridad que pudiera estar experimentando, seguramente que esa condición le será adversa para no permitirle verse a sí mismo, con la sobriedad necesaria, e íntegramente, como un proyecto profesional próspero a futuro. No cabe duda que todos nuestros alumnos, de cualesquier colegio, son inteligentes y que, si de ellos dependiera, llegarían tan lejos como ellos se lo propusieran; pero, porque vemos muchos jóvenes que a duras penas terminan la secundaria y, lo que es peor, muchos que desertan para ni siquiera terminarla, y porque sabemos por las noticias de jóvenes que pululan las calles, completamente desorientados o, lo que es peor, mal orientados hacia prácticas deplorables y reprobables, y porque aún los índices de analfabetismo en nuestro país son latentes y preocupantes (4.2%, hasta el año pasado, según el INEI), todo ello nos compromete a hacer algo que, juntamente con las acciones de Estado, podamos ver a nuestros alumnos o “hermanos menores”, acaso los de nuestro colegio, realmente disfrutando de una infraestructura de elementos que contribuyan al éxito en sus estudios primarios y secundarios y, en el futuro, para acceder con toda seguridad a una carrera profesional que los impulse con igual seguridad y valentía a una economía de mercado donde solo los capaces triunfan. Yo creo que eso es posible para nuestros “hermanos menores”.

De esta manera, quienes hemos egresado de nuestro querido colegio, I.E. N° 105 “Pedro Coronado Arrascue”, no podemos sino virar nuestra mirada hacia quienes hoy ocupan los mismos pupitres que nosotros mismos, años atrás, ocupamos; lo que nos obliga a ser parte de ellos, a solidarizarnos con su trayectoria y, por último, a preocuparnos por cómo es que vienen cursando sus estudios que podamos avizorarles el éxito que todos se merecen. De nuestro trato institucional como asociación, con la Directora del colegio, Sra. Yolanda Villanueva, sabemos que cada año más alumnos han ido emigrando para no volver más al colegio y que, juntamente con esa alarmante realidad, igualmente alarmante es que muchos de los alumnos difícilmente se identifican con el colegio, lo que hace que en ellos no haya sentimientos de identidad que los identifique como el “producto” de un colegio que se preocupa por ellos. Cierto, no dudamos de la capacidad de nuestros profesores, y de cómo ellos (las veces que lo hemos podido percibir o advertir, tras nuestras visitas) prácticamente son amigos de sus alumnos, así como recuerdo lo fueron nuestros profesores de antaño; pero, siendo que esta pérdida de alumnos en el colegio podría ser causa para su cierre o clausura, para fusionarlo con otro colegio nacional (según los comentarios que se manejan), y porque no quisiéramos que ello sucediera, porque necesitamos que nuestros alumnos disfruten de sentimientos de gratitud para su colegio y sus profesores, y para un sistema que realmente los tenga como personas, y no como solo números, como partes de una estadística, pero como sujetos de un Estado humano, que proyecte cabalmente los deseos de los padres de familia que aspiran lo mejor para sus hijos, en consecuencia debemos hacer algo que cubra, sino de manera integral, la parte que nos corresponda y sirva para mostrar a nuestros “hermanos menores” que sí nos interesa su estado síquico emocional, que sí nos interesa su futuro, tan igual como por nuestros propios hijos o familiares cercanos. No virar y ser contemplativos con la suerte de nuestros alumnos de hoy es casi antinatural, y propio de quienes no tuvieron pasado o se esfuerzan por olvidarlo cuando éste, muy probablemente, les fue adverso. Todos tenemos un pasado pero, cuando de nuestros estudios se trata, no podemos sino remontarnos a los días en que cursamos nuestra primaria y secundaria y de cómo, a lo largo de estas etapas de formación, nos involucramos con los sentimientos y emociones de otros iguales a nosotros, para asociarnos a sus “mundos”, a sus realidades, y que eso nos hizo más humanos, cuando nos involucramos con otro igual a nosotros. Por ello, al término de esta breve dedicatoria en honor de nuestro colegio, en su 51 Aniversario de vida institucional educativa, va nuestra motivación a todos los egresados del colegio, DE TODAS LAS PROMOCIONES para, juntamente con los esfuerzos de Estado (que parecen ser insuficientes), aportemos de nuestro esfuerzo, en la medida de lo posible para, organizadamente, y a través de nuestra Asociación Coronadina, articular toda acción en beneficio de nuestro colegio y su más alto legado: el alumno que, organizadamente, podamos contribuir con toda forma de infraestructura que sirva para la formación, no solo intelectual, pero igualmente síquica y emocional, que podamos asegurarnos que él o ella saldrá de nuestro colegio seguro de sí mismo, con una mirada confiable en su futuro inmediato y mediato, para ser un ciudadano que aporte a un país que necesita de hombres y mujeres justos y probos, lo que solo será posible si TODOS, Estado y ex alumnos, hacemos algo al respecto para asegurarnos de ese porvenir para nuestros “hermanos menores”.

¡Feliz 51 Aniversario – IE N° 105 “Pedro Coronado Arrascue”!

Comunicación Y RRPP – Asociación Coronadina
Lima, lunes 31 de agosto de 2015

1 comentario:

  1. Muchas felicidades y bendiciones por el Aniversario...desde New Jersey un abrazo a la distancia.

    ResponderEliminar