sábado, 26 de julio de 2025

LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

L

a independencia del Perú fue un capítulo fundamental en las guerras de independencia hispanoamericanas. Fue un proceso histórico y social que abarcó todo un periodo de revoluciones y conflictos bélicos, los cuales propiciaron la independencia política y el surgimiento de la República Peruana como un estado independiente de la monarquía española. Este resultado fue producto de la ruptura política y la desaparición del Virreinato del Perú, impulsadas por la convergencia de las corrientes libertadoras de América.


En la imagen de arriba, de izquierda a derecha: Desembarco de la expedición libertadora en la bahía de Paracas, oleo de Juan Lepiani. Seguidamente, la proclamación de la independencia por el General José de San Martín, en viernes 28 de julio de 1821. Al medio (siempre de izquierda a derecha):  batalla de Camino Real de la Provincia Libre de Guayaquil hasta entonces parte del virreinato peruano; y batallas de Junín y Ayacucho liderados por el General Simón Bolívar; y, al pie, el Ejército Unido Libertador que eliminó la resistencia española.

Los antecedentes más remotos de un afán revolucionario pueden rastrearse desde la misma creación del Virreinato del Perú hasta bien entrado el siglo XVIII. A lo largo del periodo colonial, algunos movimientos derivaron en auténticas rebeliones. La sangrienta rebelión de Túpac Amaru II, aunque no fue la primera ni la última, sí fue la más importante y culminó en una violenta represión por parte de las autoridades virreinales. Este levantamiento estalló en respuesta a las reformas borbónicas, y fue la primera vez que los documentos virreinales usaron el término “insurgentes”, además de que un movimiento proclamó la abolición de la esclavitud en el Perú. Sin embargo, existe debate sobre si la finalidad de esta rebelión era realmente la independencia o una revolución del orden social virreinal.

A inicios del siglo XIX, como parte de su estrategia de Bloqueo Continental, Napoleón Bonaparte forzó a los monarcas españoles Carlos IV y su hijo Fernando VII a abdicar en su favor, entregando luego la Corona española a su hermano, José Bonaparte. Esto provocó un levantamiento en España y el establecimiento de juntas de gobierno en varios territorios de España y América, que se disputaron la hegemonía sin alterar el orden virreinal. Durante este periodo, el virrey Abascal convirtió al Ejército Real del Perú y al virreinato peruano en la base de la contrarrevolución contra los movimientos independentistas en el Alto Perú, Quito, Chile y el Río de la Plata. En este contexto, surgieron las primeras rebeliones autónomas en el Perú, influenciadas por la revolución rioplatense, que provocaron múltiples levantamientos en Tacna, Huánuco, Huamanga, Cuzco, Apurímac y otras regiones. Sin embargo, estos esfuerzos no lograron alcanzar la independencia del país, aunque las montoneras peruanas mantuvieron una guerra de guerrillas hasta la llegada de las corrientes libertadoras de América del sur.

En 1820, la rebelión de la Grande Expedición de Ultramar eliminó la amenaza de invasión sobre el Río de la Plata y Venezuela, permitiendo la llegada al Perú de las corrientes libertadoras de América del sur. La Expedición Libertadora del Perú, liderada por el general argentino José de San Martín, desembarcó en las costas peruanas procedente de Chile. Los realistas abandonaron Lima y se fortificaron en el Cuzco, mientras que San Martín proclamó la independencia del Estado peruano el 28 de julio de 1821. Bajo su Protectorado se estableció el primer Congreso Constituyente del país. La guerra de Maynas logró emancipar el oriente peruano en 1822. Sin embargo, ante el estancamiento del conflicto y el decepcionante resultado de la Entrevista de Guayaquil con Simón Bolívar, San Martín se vio obligado a retirarse del Perú. La joven república continuó una guerra de resultado incierto contra los reductos realistas en el interior del país, lo que propició la llegada de Bolívar y la corriente libertadora del norte, liderando el Ejército Unido Libertador del Perú. Finalmente, en 1824, la rebelión del Alto Perú quiebra el bastión realista de la sierra, y con las batallas de Junín y Ayacucho se selló la capitulación del ejército realista y el fin del Virreinato del Perú.

Tras la independencia del Perú, en abril de 1825 concluyó la campaña de Sucre en el Alto Perú. En noviembre de ese mismo año, México obtuvo la capitulación del castillo español de San Juan de Ulúa en Veracruz. Posteriormente, en enero de 1826, cayeron los últimos reductos españoles en el Callao y Chiloé. Una década después, en 1836, España renunció a todos sus territorios continentales americanos. Más allá de las emancipaciones, el Perú envió tempranamente a sus primeros cónsules a España, desde 1840. En 1865, la reina Isabel II recibió las credenciales del cónsul peruano Domingo Valle Riestra, quien obtuvo de facto el reconocimiento de la independencia del Perú. Sin embargo, el estallido de la guerra hispano-sudamericana en 1865-66, que enfrentó a España y varios países sudamericanos, interrumpió los acuerdos hasta la firma del armisticio en 1871. Finalmente, en 1879, España y Perú suscribieron el Tratado de Paz y Amistad.

Los resultados de la independencia fueron diversos: en el ámbito político, se rompió la dependencia de España, pero en los demás aspectos se agravó la dependencia del Imperio británico y del Imperio estadounidense. En lo social, el despojo de tierras a los indígenas se acentuó durante la era republicana. Aunque esta población obtuvo la ciudadanía con el nacimiento de la república, el 27 de agosto de 1821, y previamente había conseguido plena ciudadanía en la monarquía española mediante las Cortes de Cádiz el 19 de marzo de 1812, los indígenas continuaron siendo tratados de forma inhumana hasta bien entrado el siglo XX.  Hoy en día, el país sigue trabajando por construir una sociedad verdaderamente democrática, donde se garanticen y respeten plenamente los derechos de todos los peruanos.

Antecedentes

Algunos de los primeros conquistadores españoles que exploraron el Perú hicieron los primeros intentos de independencia de la Corona española. Intentaron liberarse del Virreinato, que gobernaba en nombre del rey de España. A lo largo del siglo XVIII, hubo varios levantamientos indígenas contra el dominio virreinal y su trato por parte de las autoridades virreinales. Algunos de estos levantamientos se convirtieron en verdaderas rebeliones. Las Reformas Borbónicas acrecentaron el malestar, y la disidencia tuvo su estallido en la rebelión de Túpac Amaru II.

Durante la guerra de la Independencia española (1808-1814) se perdió la autoridad central en el Imperio español y muchas regiones establecieron juntas autónomas. El virrey del Perú, José Fernando de Abascal, jugó un papel decisivo en la organización de ejércitos para reprimir los levantamientos en el Alto Perú y en la defensa de la región de los ejércitos enviados por las juntas del Río de la Plata. Después del éxito de los ejércitos realistas, Abascal anexó el Alto Perú al virreinato, lo que benefició a los comerciantes de Lima ya que el comercio de la región rica en plata ahora se dirigía al Pacífico. Debido a esto, el Perú se mantuvo fuertemente realista y participó en las reformas políticas implementadas por las Cortes de Cádiz. A pesar de la resistencia realista, el virreinato finalmente sucumbió a los ejércitos independentistas después de las decisivas campañas continentales de José de San Martín y Simón Bolívar.

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El artículo completo puede ser hallado en la web de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Independencia_del_Per%C3%BA

 

miércoles, 23 de julio de 2025

DÍA DE LA FUERZA AÉREA DEL PERÚ

C

oincidiendo con el Día del Héroe Peruano Cap. FAP José Abelardo Quiñonez Gonzales cuando, un 23 de julio de 1941, se inmoló en territorio ecuatoriano, en medio de una conflagración bélica que terminó en enero de 1942, el país celebra alborozado el Día de la Fuerza Aérea del Perú, como un cívico reconocimiento a las Fuerzas Aéreas del Perú que, en sus funciones, no solo está el vigilar que las fronteras aéreas de nuestro territorio estén debidamente protegidas, y aprestos para resistir la eventualidad de una incursión enemiga por el cielo patrio; pero, también, el de ofrecer toda su infraestructura en apoyar, llevando menajes de envergadura, por razón de desastres o emergencias nacionales, a lo largo y ancho de nuestro país.


La Fuerza Aérea del Perú (FAP) fue creada oficialmente el 18 de julio de 1950, cuando el Cuerpo Aeronáutico del Perú (CAP) fue reorganizado y adoptó el nombre actual. Sin embargo, sus orígenes se remontan al 20 de mayo de 1929, cuando se creó el Cuerpo de Aviación del Perú, producto de la fusión de las divisiones de aviación del Ejército y la Marina de Guerra. Posteriormente, en 1936, este cuerpo cambió su denominación a Cuerpo Aeronáutico del Perú (CAP). 

La Fuerza Aérea del Perú (cuyas siglas son FAP) es un órgano de ejecución del Ministerio de Defensa que forma parte de las Fuerzas Armadas del Perú, y como tal, integra el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Tiene como función principal la defensa aérea del país. Además, participa en campañas de apoyo social a poblaciones de difícil acceso, organiza puentes aéreos en caso de desastres, y participa en misiones de paz internacional. La fuerza aérea del Perú fue la líder a nivel latinoamericano indiscutiblemente en los años 80s al adquirir más de 20 aviones de combate franceses Mirage 2000. Posteriormente en los años 90s haría lo mismo comprando aviones a la Unión Soviética (URSS) específicamente los MIG-29 qué en la época eran de los mejores del mundo.

Historia

El 28 de enero de 1919 nace la Aviación Militar en el Perú, inicialmente en el seno del Ejército. El 9 de diciembre del mismo año se crea la unidad de Hidroaviación de la Marina de Guerra con sede en la isla de San Lorenzo; debe considerarse que, según la Constitución Política de 1920, las Fuerzas Armadas del Perú estaban constituidas solo por el Ejército y la Armada. Así, ante el creciente avance de la aviación militar mundial a raíz de la Primera Guerra Mundial, el 20 de mayo de 1929 se crea el Cuerpo de Aviación del Perú (CAP) como tercer instituto armado.

El 22 de febrero de 1933 el CAP tuvo su bautizo de fuego durante la Guerra colombo-peruana combatiendo incluso contra mercenarios alemanes.[2] En 1938 cambia de denominación a Cuerpo Aeronáutico del Perú (CAP). En 1941 es requerida en la guerra peruano-ecuatoriana, en la cual destaca el Teniente José Abelardo Quiñones, quien se inmola el 23 de julio, es ascendido póstumamente a capitán y designado patrono de la fuerza aérea. En 1941 se crea el Ministerio de Aeronáutica y en 1950 el CAP vuelve a cambiar de denominación, adquiriendo su actual nombre de Fuerza Aérea del Perú (FAP).

A lo largo de su historia ha sido referente en el subcontinente, en 1941 realiza la primera misión aerotransportada en Latinoamérica,[cita requerida] en 1968 fue la primera en ingresar a la era supersónica en Latinoamérica con los Mirage 5P,[3] siendo también la primera en volar duplicando la velocidad del sonido.[4] en 1985 fue la tercera en el mundo en operar el Mirage 2000 (en su momento el caza más avanzado de Latinoamérica y segundo caza de 4.ª. Generación en Suramérica después de los F-16 venezolanos). En 1996 fue la primera en Suramérica en operar misiles BVR con los R-27 y R-77 sobre los MiG-29,[5] además de contar en su inventario, también desde 1998, con el Sukhoi 25, la aeronave más especializada en CAS de América Latina.

Y, en honor a estos importantes referentes cívicos: Día del Héroe Nacional Cap. FAP José Abelardo Quiñonez Gonzales y el Día de la Fuerza Aérea del Perú hoy, miércoles 23 de julio de 2025, está declarado día feriado no laborable tanto para el sector público como el privado.

 

Porción tomada de la web de Wikipedia: https://es.wikipedia.org/wiki/Fuerza_A%C3%A9rea_del_Per%C3%BA

lunes, 21 de julio de 2025

DÍA DEL HÉROE CAPITAN FAP JOSÉ ABELARDO QUIÑONES GONZALES

A

l iniciar la invasión a Ecuador de 1941, el teniente Quiñones fue destacado al teatro de operaciones, integrando el XXI Escuadrón de Caza del Agrupamiento Aéreo del Norte. Los pilotos asignados a este Agrupamiento cumplían diversas funciones, entre ellas fotografiar el terreno de los hechos y ubicar las posiciones del enemigo. Las divisiones peruanas, apoyadas por su fuerza aérea, derrotaron a las tropas ecuatorianas a lo largo de la frontera de Zarumilla, pero aún quedaban dos puntos fuertes que destruir, los de Rancho Chico y Quebrada Seca, donde los ecuatorianos habían concentrado escasa artillería antiaérea y colocado “nidos” de ametralladoras.

Cap. FAP José Abelardo Quiñonez Gonzales, héroe nacional y patrono de las FAP

Con la misión de silenciar las baterías ecuatorianas para abrir paso a las tropas peruanas, el 23 de julio de 1941, la 41ª Escuadrilla (integrante del XXI Escuadrón de Caza) despegó de Tumbes, al mando del teniente comandante CAP Antonio Alberti e integrada por los tenientes CAP Fernando Paraud y José Quiñones y el alférez CAP Manuel Rivera, a bordo de sus aviones de caza North American NA-50. Quiñones había bautizado a su apreciado avión con el nombre de ‘Torito’.

Pocos minutos después de la partida ya estaban sobre el objetivo e iniciaron el bombardeo del puesto ecuatoriano de Quebrada Seca. Cuando el aparato pilotado por el teniente Quiñones efectuó por segunda vez el descenso para lanzar sus bombas, fue alcanzado por el fuego antiaéreo ecuatoriano. En vez de saltar del avión y utilizar su paracaídas, en cuyo uso era diestro, Quiñones enrumbó su avión hacia el blanco ecuatoriano, estrellándose, destruyendo las baterías enemigas y muriendo en el acto.

El 19 de octubre de 1941 (tres meses después de su deceso), el coronel del Ejército de Ecuador Octavio A. Ochoa, jefe de la IV Zona Militar, entregó a nombre de las Fuerzas Armadas Ecuatorianas los restos mortales del héroe peruano, pronunciando las siguientes palabras:

“Entrego a la Fuerza Aérea del Perú los restos de quien supo honrar a su patria, a su pueblo y a su fuerza armada. Mi pueblo [ecuatoriano] rinde homenaje al pueblo peruano, dignamente encarnado en la figura heroica de José Abelardo Quiñones Gonzales.”

Sus restos mortales reposan en los jardines de la Base aérea Las Palmas en Lima, cerca del también célebre aviador Jorge Chávez.

Busto de Quiñonez en el Parque del Avión (Rímac)

Quiñones fue ascendido póstumamente a Capitán de la Fuerza Aérea del Perú y declarado Héroe Nacional del Perú por la Ley N.º 16126 del 10 de mayo de 1966.

En julio de 1991, con motivo del 50.º aniversario de su muerte y reconociendo nuevamente su heroísmo, el Banco Central de Reserva del Perú, decidió que la imagen de Quiñones aparezca en los billetes de 10 Nuevos Soles. En el diseño original de este billete, en la parte posterior aparecía una representación del vuelo invertido que hizo el héroe en el día de su graduación en la escuela de aviadores (en el segundo diseño, aparece la imagen de Machu PicchuCusco).

Asimismo, cada 23 de julio (día de su inmolación) se conmemora el Día de la Fuerza Aérea del Perú.

El Congreso de la República del Perú le otorgó a título póstumo el grado de Gran General del Aire del Perú a través de la Ley N.º 29160 del 18 de diciembre de 2007.

El 15 de abril de 2014, el Congreso aprobó dar al espacio aéreo peruano el nombre de «cielo de Quiñones», en homenaje a los 100 años del nacimiento del héroe.

En conmemoración del aniversario número 100 de su nacimiento, el Banco Central de Reserva del Perú autoriza la emisión de cinco mil piezas de plata de una nueva moneda de colección con la imagen del capitán de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) y Gran General del Aire, José Abelardo Quiñones, de valor nominal de un nuevo sol, a un costo de 10 nuevos soles.

 

Monumento a Quiñonez en el distrito de San Isidro

Porción tomada del artículo “José Abelardo Quiñonez”, de Wikipedia.