miércoles, 2 de septiembre de 2015

Niños con estrés ¿Cómo se les puede ayudar?

¿Por qué intenta suicidarse un niño de 5 años? ¿A qué se debe la repentina propensión de un niño de 7 años a sufrir accidentes? ¿Qué puede haber tras las enfermedades infantiles?

Una epidemia de niños con estrés

“¡RANDY!”, gritó Rita horrorizada por lo que vio de lejos al acercarse a su casa. En la ventana del dormitorio del piso de arriba, a 8 metros del suelo de hormigón del patio, estaba asomado su hijo Randy con medio cuerpo colgado fuera. Dentro de la casa, Larry oyó los gritos histéricos de su esposa y, sobresaltado, subió corriendo las escaleras, entro a toda prisa en el dormitorio, agarró a Randy y, tirando de él, logró retenerlo dentro sano y salvo. Los padres de Randy necesitaban respuestas inmediatas. “¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué?”, le preguntaron sin poder creer lo que había pasado. “Te podías haber hecho daño; ¡te podías haber matado!” “Quería morirme”, respondió con indiferencia. Randy solo tenía 5 años de edad.

RANDY tenía toda la apariencia de ser un niño sano y normal. Nadie sospechaba que en su fuero interno deseara morir. Sin embargo, posteriores consultas a consejeros especializados revelaron que Randy era un niño muy estresado.

Hoy día hay muchísimos niños que sufren como Randy graves trastornos emocionales. Al no ser capaces de encontrar buenas maneras de superar su angustia, algunos tratan en vano de reprimir su ansiedad. Pero el estrés reprimido encuentra con el tiempo una vía de escape. En algunos casos, no poder expresar la ansiedad desencadena enfermedades físicas o conducta delincuente. En otros, el estrés provoca acciones autodestructivas, como infligirse heridas, trastornos del apetito, consumo de sustancias adictivas y hasta suicidio. El libro The Child In Crisis (El niño en crisis) hace la siguiente observación: “Muchos de estos problemas, especialmente el suicidio, se veían antes como patrimonio exclusivo de los adultos y los adolescentes mayores. Ahora parece que van afectando también a los muy jovencitos”.

Los adultos, desconcertados, se preguntan: “¿Cómo es posible? ¿No es la infancia una época de juegos, risas y diversiones?”. Para muchos niños no lo es. El Dr. Julius Segal afirma que la concepción de “la infancia como una etapa de puras alegrías es una ficción inventada por los adultos”. Joseph Lupo, terapeuta infantil, confirma esta lamentable realidad: “Llevo veinticinco años ejerciendo mi profesión, y actualmente veo cuatro veces más niños y adolescentes deprimidos”.

¿Qué está provocando un estrés tan inaudito en los niños? ¿Qué señales pueden alertar a los padres? ¿Cómo se puede ayudar a los niños con estrés? En los siguientes artículos se dará atención a estas preguntas.


Tomado de la revista ¡Despertad! 22 de julio de 1993


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